• Analgésicos de venta libre: medicamentos como el ibuprofeno, el acetaminofeno o la aspirina pueden ayudar a aliviar el dolor leve a moderado. Siempre siga la dosis recomendada en el envase.
• Fisioterapia y ejercicio: Participar en actividad física regular y ejercicios dirigidos bajo la guía de un profesional puede mejorar la fuerza y la flexibilidad, reduciendo el dolor en algunos casos.
• Terapia de calor o frío: Aplicar una almohadilla térmica, una toalla caliente o una bolsa de hielo en el área afectada puede ayudar a reducir el dolor y la inflamación.
• Técnicas mente-cuerpo: Prácticas como la meditación, los ejercicios de respiración profunda y la atención plena a veces pueden ayudar a controlar el dolor al reducir el estrés y mejorar el bienestar general.
• Orientación profesional: Consultar a un profesional de la salud o especialista en dolor puede proporcionar asesoramiento personalizado y opciones de tratamiento para tipos específicos de dolor.

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