• Perforación: limpia las roscas dañadas con un taladro estándar. (para reparar una rosca de bujía, no es necesario taladrar previamente si se utiliza el grifo especial de bujía), presta atención a que para grifos sin pelusas se requieren agujeros más grandes.
• Comprobación: comprueba que la rosca y el paso del grifo y el perno coinciden.
• Roscado: utiliza los grifos especiales para cortar la rosca de sujeción en el agujero despejado (se recomienda utilizar un aceite de corte adecuado).
• Instala el inserto: coloca el inserto en la herramienta de instalación y coloca el anillo ajustable para que la espiga de inserción esté centrada en la ranura de la espiga. Enrolla el inserto con una ligera presión hacia abajo hasta media vuelta debajo de la superficie. No trabajes contra la dirección de la rosca, ya que la espiga podría romperse.
• Eliminación de espigas: después de terminar, levanta la herramienta de instalación y utiliza la herramienta de rotura de espiga para quitar la espiga. Para tamaños más grandes y grifos de bujía, utiliza alicates de punta larga para quitar la espiga. Debido a las tolerancias estrechas y exactas, la nueva rosca normalmente es más fuerte que las originales.

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